El coste energético se presenta como uno de los gastos principales de la mayoría de las empresas y entidades. Para el crecimiento de las organizaciones sin ver mermada su capacidad productiva, se hace necesaria una gestión adecuada de los consumos energéticos.
La optimización en el uso de la energía se ha convertido en la actualidad en un objetivo primordial en todos los ámbitos tanto sociales como empresariales. Este uso racional tiene como consecuencia fuertes implicaciones en los marcos ambientales, económicos, técnicos, etc.
Para lograr gestionar de manera eficiente las instalaciones consumidoras de energía es imprescindible la incorporación de la figura del gestor energético en todos los procesos.
El gestor energético será quien se encargue de velar por la eficiencia energética a través de actuaciones de mejora. Con el mantenimiento de las instalaciones eléctricas, de alumbrado y térmicas, se potencian medidas de ahorro y eficiencia, con la finalidad última de una reducción de la factura energética.